Atlántida pionera en la aviación civil del Uruguay
Adami fundó el primer aeroclub en el balneario.
El 4 de diciembre de 1914 se efectuaron los
primeros vuelos en el Aeródromo del Balneario
Atlántida, donde el Centro Nacional de Aviación
había instalado su escuela para aviadores.-
Por constituir estos bautismos del aire un
capítulo dominante de la historia de la aviación
civil del Uruguay, transcribimos de un diario
montevideano de la época, algunos detalles de
los vuelos, realizados en un biplano Farman.-
"Poco antes de las diez y ocho, los últimos
detalles de los aprontes del nuevo aparato
habíanse terminado y el Sr. Marechal, su
armador, da la voz de mando y se escucha por
primera vez el característico ronquido del
motor. El aparato estaba inmovilizado por
riendas especiales y los tres aviadores,
González, Marechal y Adami contemplaban su
funcionamiento en una quietud que tuvo su
explicación casi de inmediato.-
No pudiendo resistir un impulso muy natural en
quien será un futuro aviador, el administrador
del Balneario Atlántida Marcelino Afonzo, se
precipita para ocupar el asiento del piloto, lo
que fue saludado con grandes manifestaciones por
los aviadores, cuya premeditada inmovilidad
esperaba solamente ese acto, que en las
costumbres de los reyes del aire obliga al que
lo efectúa a pagar con botellas de Champagne
esos prematuros entusiasmos.-
Con un magnífico decolaje, que reveló de
inmediato las condiciones excepcionales del
piloto, González, que había ocupado el aparato,
se elevó por los aires hasta cuatro cientos
metros de altura, en medio de las aclamaciones
entusiastas de las numerosas personas que
presenciaban la primera prueba. González pasa de
nuevo sobre los hangares y abandonando las
palancas saluda, con ambas manos de pie sobre el
aparato en una magnífica actitud de dominador.
Por tres veces consecutivas se elevó el piloto
por sobre los bosques, atónitos de tamaña
audacia y las aves de Atlántida, tan tranquilas
hasta entonces, huyeron espantadas ante el nuevo
competidor de extraña raza.-
Lo más sorprendente de estos vuelos fueron los
correctos aterrizajes que efectuó González, con
una soltura de que él únicamente es capaz.-
Al día siguiente, el sábado 5 de diciembre, en
horas de la tarde, se efectuaron vuelos con
pasajeros, ascendiendo al Farman, propiedad del
Centro Nacional de Aviación, González de piloto
y Angel S. Adami de pasajero.-
En otro vuelo Adami tomó la palanca de comando
demostrando sus excelentes condiciones de
piloto.-
En la mañana del domingo 6, se realizó un nuevo
vuelo. El piloto del aparato fue González y los
pasajeros, Adami y Marcelino Afonzo. El vuelo
fue prolongado y los viajeros del ferrocarril,
que en esos momentos pasaba, pudieron presenciar
una inesperada carrera, que terminó con la
derrota de la máquina a vapor. Por la tarde se
pensaba efectuar un nuevo vuelo hasta Maroñas,
con dos pasajeros, pero el estado del tiempo
impidió su realización.-
Finalmente, el lunes 7, el piloto y el
periodista Angel Salvador Adami hizo una serie
de vuelos que lo consagraron como un aviador
tranquilo y seguro.-
La escuela continuó funcionando en Atlántida con
la dirección honoraria de Angel Adami. Pero, por
poco tiempo.-
Juan Carlos Pedemonte en su obra "Medio Siglo de
Aeronáutica" afirma que "las dificultades
creadas a la escuela por la guerra mundial, las
penurias económicas del Centro y el abandono que
alguno de sus dirigentes hicieron a la
Institución, surgido al calor de tan grandes
entusiasmos, pusieron a la entidad al borde
mismo de su muerte".-
Fue entonces cuando Angel Adami, a fines de
1915, trasladó el "Farman" desmontado a un
hangar provisorio en el Cuartel de Blandengues y
luego de una visita, realizada con el aviador
Ricardo Detomasi a José Batlle y Ordóñez, en su
residencia de Piedras Blancas, lo transportó a
un nuevo campo de la Escuela situado, según lo
asevera Pedemonte, sobre el Camino Cuchilla
Grande, contiguo al Regimiento 9º. de
Caballería.- |